Los defectos visuales, en
muchas ocasiones pueden causar alteraciones en la personalidad, problemas
escolares, bajo rendimiento, falta de atención...
Por eso es muy importante que
se evalúe el funcionamiento visual para descartar problemas o en su caso poder
corregirlos lo antes posible. Visitar a su profesional de la visión le sacará de dudas
No es muy usual que un niño o
niña alerte a sus padres sobre posibles dificultades visuales, ya que
éstos no pueden apreciar si ven bien o mal.
Es durante la primera década
de vida cuando madura la función visual por lo que es muy importante detectar
posibles problemas antes de la edad escolar, para evitar que la capacidad
visual pueda dañarse, ocasionando dificultades en el aprendizaje.
Muchos de los defectos
visuales (miopía, hipermetropía, ojos vagos…) suelen corregirse, siempre
que se detecten y se traten lo antes posible. Por eso es muy importante que
cuando lleves a tu hijo al pediatra, revise su vista y lo pongas al corriente
si hay antecedentes en la familia de cualquier problema visual.
Si en algún momento aparece
alguno de los siguientes síntomas acude directamente a un profesional de la visión:
Dolores de cabeza.
Ojos rojos.
Conjuntivitis, picores en los
ojos.
Vista cansada después de
la lectura.
Parpadeo constante con la
luz.
Si las pestañas se descaman.
Antecedentes familiares de
enfermedades oculares (glaucoma, desprendimientos de retina, miopías muy
altas, degeneración macular…).
Si el niño fuerza, tuerce o
guiña los ojos para fijar la atención.
Bajo rendimiento escolar.....
Fuente:
menudospeques.net
No hay comentarios:
Publicar un comentario